Un médico reconoció ante las autoridades haber inseminado con su esperma y con la de otros doctores a cientos de mujeres sin su consentimiento.

Se trata de Philip Peven, un ginecólogo obstetra retirado de 104 años que ejerció durante cerca de cuatro décadas en la ciudad estadounidense de Detroit.

Peven es señalado por ser el padre de cientos de hijos luego de haber usado su propio esperma para inseminar a mujeres, entre ellos Jaime Hall, quien denunció que después de someterse a pruebas de ADN descubrió que era genéticamente compatible con al menos otras cinco personas, y que su padre biológico no era un amigo de la familia que había donado una muestra de esperma, como ella creía.

Tras descubrir la verdad, continuó rastreando sus orígenes hasta dar con el doctor, quien habría sido el ginecólogo que trató a las madres.

"Todos nacimos en el mismo hospital, todos nuestros certificados de nacimiento muestran al Dr. Peven como nuestro obstetra, no como nuestro padre", señaló la mujer.

Autoridades investigaron y hallaron que el ginecólogo trató a las madres y todos los bebés en aquél entonces nacieron en el mismo hospital, lo cual consta en los certificados de nacimiento los cuales fueron firmados por Peven como obstetra, siendo padre de todos.

Hall, junto con una media hermana quien se practicó un análisis de ADN y obtuvo resultados similares, decidió confrontar en enero de este año a Peven.

El médico finalmente reconoció que habría desechado muestras de donantes por no estar probadas, y haber inseminado a sus pacientes con muestras de esperma frescas, ya fueran suyas o de alguno de los otros doctores de la clínica, engañando a las pacientes.

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