Giancarlo recién cumplió siete años pero un accidente automovilístico le provocó muerte cerebral y en el hospital donde lo atienden quieren desconectarlo; su madre mantiene una lucha legal para que no lo hagan.
Hace unos días, su mamá, Patricia Chiapa, después de pedir a Dios que le mandara una señal ante este momento tan difícil que enfrenta siente que la recibió, el pequeño Giancarlo empezó a derramar lágrimas.
Según el noticiero Primer Impacto, el caso se vive en Edimburg, Texas, donde este día podría decidirse qué pasará con la vida del pequeñito Giancarlo.
Hace tres semanas el niño sufrió un accidente de auto junto a su madre donde él fue el más afectado.
Su mamá fue informada ese día que el niño había sufrido de un paro cardiaco y que estuvo durante 18 minutos sin oxigeno.
Los especialistas diagnosticaron muerte cerebral y quieren desconectarlo pero su mamá no quiere, siente que sus plegarias han sido escuchadas porque al estar acariciando sus pies el pequeño empezó a derramar lágrimas.
Los médicos le han dicho a la madre que es una reacción inconsciente pero ella no lo cree y con la ayuda de un abogado ha puesto una demanda para evitar que sea desconectado.

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